28 Jul Poemas para leer junto a los niños
La poesía tiene una magia especial que puede encantar a lectores de todas las edades, y no hay mejor momento para empezar a disfrutar de sus encantos que durante la infancia. Leer poemas a los niños no solo fomenta su amor por la lectura, sino que también estimula su imaginación, su creatividad y su capacidad para expresar emociones. En este post, hemos seleccionado una serie de poemas especialmente pensados para los más pequeños.
Autor: Liliana Cinetto
Poema: “Palabras”
Escribo palabras,
palabras de tiza
que a los pizarrones
les hacen cosquillas.
Escribo palabras,
palabras traviesas
que llegan y borran
todas las tristezas.
Escribo palabras,
palabras de luna
que cantan de noche
mi canción de cuna.
Escribo palabras,
palabras con brillo
que viajan contentas
dentro de un bolsillo.
Escribo palabras,
palabras de arena
que hilvanan consuelos
para cada pena.
Escribo palabras,
palabras sin dueño
que esconden secretos
y tejen los sueños.
Y escribo palabras,
palabras tan mías
que nacen y crecen
en mi poesía.
Autor: Javier Villafañe
Poema: “Romance del señor tiritero”
¡Pero qué elegancia lleva
el señor titiritero!
Una casaca de pana,
pantalón marinero,
botines de doble suela
y un gorro color de cielo.
¡Ah! Mírenlo cuando habla
y tiende la mano al pecho
y le hace sombra en la frente
un puñado de cabellos.
Muy bien pudiera pasar
por un señor de otros tiempos
–España de los Hidalgos
y carabelas al viento–
y decir si se le antoja:
–Dejé a treinta moros muertos…
O: –Una vez por una dama…
O: –Ayer salí de un convento…
Y nadie puede dudarlo,
todo lo que él dice es cierto.
¡Esa casaca de pana
y ese gorro color cielo!
Autor: Griselda Gálmez
Poema: “Con cola de ronda”
La ratona tiene
la cara redonda,
las caderas anchas
y una cola larga
para armar la ronda.
Con su larga cola
la ratona elige
a cada rondante.
No acepta desplantes
y poco le exige.
Tres favores pide:
que bailen la ronda
como mejor puedan,
con alma de rueda
y ganas de alondra;
los miedos escondan
y encanten la suerte;
la mano primero
de sus compañeros
sostengan muy fuerte.
Detrás de los lentes
la ratona finge
no estar enterada
de sus artimañas.
Con ojos de esfinge
su cola restringe
a enlazar el talle
de la buena gente,
ésa en que presiente
corazón de valle.
Husmea en las calles.
En casas y en frondas,
y con su oportuna
sonrisa de luna
dirige las rondas.
Autor: Alberto José Miyara
Poema: “Nana de la bruja bella”
Duérmete, vida mía,
bajo la estrella,
que a media noche viene
la bruja bella.
Esta bruja es amiga
de los pequeños.
Las cosas que ellos piensan
las vuelve sueños.
Esta bruja no quiere
verlos despiertos
y cierra los ojitos
que encuentra abiertos.
No castiga a los niños,
no los asusta,
solo les cuenta el cuento
que les gusta.
Con ella todo el mundo
se dormirá
(Aunque a veces la ayudan
mamá y papá).
Es bruja pero es bella,
buena y aseada.
Le falta una varita
para ser hada.