Poemas para leer junto a los niños

La poesía tiene una magia especial que puede encantar a lectores de todas las edades, y no hay mejor momento para empezar a disfrutar de sus encantos que durante la infancia. Leer poemas a los niños no solo fomenta su amor por la lectura, sino que también estimula su imaginación, su creatividad y su capacidad para expresar emociones. En este post, hemos seleccionado una serie de poemas especialmente pensados para los más pequeños.

Autor: Liliana Cinetto

Poema: “Palabras”

Escribo palabras,

palabras de tiza

que a los pizarrones

les hacen cosquillas.

 

Escribo palabras,

palabras traviesas

que llegan y borran

todas las tristezas.

 

Escribo palabras,

palabras de luna

que cantan de noche

mi canción de cuna.

 

Escribo palabras,

palabras con brillo

que viajan contentas

dentro de un bolsillo.

 

Escribo palabras,

palabras de arena

que hilvanan consuelos

para cada pena.

 

Escribo palabras,

palabras sin dueño

que esconden secretos

y tejen los sueños.

 

Y escribo palabras,

palabras tan mías

que nacen y crecen

en mi poesía.

Autor: Javier Villafañe

Poema: “Romance del señor tiritero”

¡Pero qué elegancia lleva

el señor titiritero!

Una casaca de pana,

pantalón marinero,

botines de doble suela

y un gorro color de cielo.

 

¡Ah! Mírenlo cuando habla

y tiende la mano al pecho

y le hace sombra en la frente

un puñado de cabellos.

 

Muy bien pudiera pasar

por un señor de otros tiempos

–España de los Hidalgos

y carabelas al viento–

y decir si se le antoja:

–Dejé a treinta moros muertos…

O: –Una vez por una dama…

O: –Ayer salí de un convento…

Y nadie puede dudarlo,

todo lo que él dice es cierto.

¡Esa casaca de pana

y ese gorro color cielo!

Autor: Griselda Gálmez

Poema: “Con cola de ronda”

La ratona tiene

la cara redonda,

las caderas anchas

y una cola larga

para armar la ronda.

 

Con su larga cola

la ratona elige

a cada rondante.

 

No acepta desplantes

y poco le exige.

 

Tres favores pide:

que bailen la ronda

como mejor puedan,

con alma de rueda

y ganas de alondra;

los miedos escondan

y encanten la suerte;

la mano primero

de sus compañeros

sostengan muy fuerte.

 

Detrás de los lentes

la ratona finge

no estar enterada

de sus artimañas.

 

Con ojos de esfinge

su cola restringe

a enlazar el talle

de la buena gente,

ésa en que presiente

corazón de valle.

 

Husmea en las calles.

 

En casas y en frondas,

y con su oportuna

sonrisa de luna

dirige las rondas.  

Autor: Alberto José Miyara

Poema: “Nana de la bruja bella”

Duérmete, vida mía,

bajo la estrella,

que a media noche viene

la bruja bella.

 

Esta bruja es amiga

de los pequeños.

Las cosas que ellos piensan

las vuelve sueños.

 

Esta bruja no quiere

verlos despiertos

y cierra los ojitos

que encuentra abiertos.

 

No castiga a los niños,

no los asusta,

solo les cuenta el cuento

que les gusta.

 

Con ella todo el mundo

se dormirá

(Aunque a veces la ayudan

mamá y papá).

 

Es bruja pero es bella,

buena y aseada.

Le falta una varita

para ser hada.

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