24 Ene Poemas destacados del mes de Enero
En el rincón del calendario dónde enero despliega su manto de verano y comienza a despertar con su resplandor cálido, encontramos una oportunidad única para explorar la poesía que captura los matices del inicio del año. Cada poema es un destello de emoción desbordante como las olas del verano.
Poeta: José Hernández
Poema: “Cantares”
Yo tengo entre mis libros
Un libro viejo
Que una vieja lo mira
Con espejuelos.
Y tengo un libro
Que lo ve una muchacha:
Con ojos lindos —
La viejita leyendo
Pasa el día entero,
Y da vueltas las hojas
Con dedos secos;
Pero la otra
Tiene para las suyas
Dedos de rosa.
A las unas les gustan
Crónicas viejas
Y gustan á las niñas
Lindas novelas—
Mas no me asusto
De que tengan entre ellas
Distintos gustos.
Y para que no digan
Que es impolítico.
Después de estas verdades
Haré un cumplido
Las viejas, vivan!
Que son madres ó abuelas
De lindas niñas.
Autor: Jorge Luis Borges
Poema: “Milonga de Manuel Flórez”
Manuel Flórez va a morir.
Eso es moneda corriente;
morir es una costumbre
que sabe tener la gente.
Y sin embargo me duele
decirle adiós a la vida,
esa cosa tan de siempre,
tan dulce y tan conocida.
Miro en el alba mis manos,
miro en las manos las venas;
on extrañeza las miro
como si fueran ajenas.
Vendrán los cuatro balazos
y con los cuatro el olvido;
lo dijo el sabio Merlín:
morir es haber nacido.
¡Cuánta cosa en su camino
estos ojos habrán visto!
Quién sabe lo que verán
después que me juzgue Cristo.
Manuel Flórez va a morir.
Eso es moneda corriente;
morir es una costumbre
que sabe tener la gente.
Autor: Oliverio Girondo
Poema: “Llorar a lágrima viva”
Llorar a lágrima viva.
Llorar a chorros.
Llorar la digestión.
Llorar el sueño.
Llorar ante las puertas y los puertos.
Llorar de amabilidad y de amarillo.
Abrir las canillas,
las compuertas del llanto.
Empaparnos el alma, la camiseta.
Inundar las veredas y los paseos,
y salvarnos, a nado, de nuestro llanto.
Asistir a los cursos de antropología, llorando.
Festejar los cumpleaños familiares, llorando.
Atravesar el África, llorando.
Llorar como un cacuy, como un cocodrilo…
si es verdad que los cacuíes y los cocodrilos
no dejan nunca de llorar.
Llorarlo todo, pero llorarlo bien.
Llorarlo con la nariz, con las rodillas.
Llorarlo por el ombligo, por la boca.
Llorar de amor, de hastío, de alegría.
Llorar de frac, de flato, de flacura.
Llorar improvisando, de memoria.
¡Llorar todo el insomnio y todo el día!
Poeta: Leopoldo Lugones
Poema: “El ojo de agua»
La tarde, en su inmensa masiega,
Se humedece sombría y opaca.
Borbolla la rana labriega,
Y huele a boñiga de vaca.
Su poca agua que nunca se agota,
Es tranquila como una doncella.
En su transparencia remota
Se alcanza a mirar una estrella.
A la idílica paz que dilata
Un tañido de dulces cencerros,
Escúrrese en hebra de plata
Suavemente lamida de berros.