La espiritualidad, esa búsqueda incesante del ser humano por conectar con lo trascendental, ha encontrado un refugio especial en la poesía. Los poetas, con su sensibilidad única, tienen el don de trazar puentes entre el mundo tangible y el etéreo, entre lo cotidiano y lo infinito. En las vastas llanuras argentinas, donde el cielo parece fusionarse con la tierra, esta búsqueda ha dado frutos en versos que conmueven, inquietan y elevan. A través de las palabras de Gelman, Pizarnik, Juarroz y Ocampo, nos adentraremos en esta senda espiritual, permitiéndonos sentir, aunque sea por un instante, la inmensidad del cosmos y la profunda esencia de nuestro ser.
Poeta: Roberto Juarroz
Poema: Poesía vertical (12º poema)
Dios se va retirando.
Se va hacia atrás, cada vez más atrás.
Ya no es el Dios de las grandes decisiones,
sino sólo un punto que se aleja.
Pero cuando desaparezca del todo,
quedará una estrella en su lugar.
Y esa estrella seremos todos nosotros.
Poeta: Silvina Ocampo
Poema: Espíritus
Veo a veces figuras evidentemente felices,
ligeros, etéreos tejidos, como de luna.
Se reflejan en el agua, como en un espejo,
con un vaivén celeste, sutil como el de una cuna.
Sólo los veo de noche y cuando duermo en el suelo,
y cuando sobre mi cama brillan estrellas claras.
Los veo bailar al son de una música
que no es del aire, ni del cielo, ni de las aguas.